Reversión de Trompas
Muchas mujeres que han tenido sus trompas de Falopio atadas (ligadura de trompas) van a arrepentirse de esa decisión en algún momento. En general, hay dos opciones disponibles para esas mujeres para la concepción futura: FIV y cirugía de revocación tubárica.
La cirugía tubárica de la reversión utiliza técnicas microquirúrgicas para abrir y para reconectar las porciones de las trompas de Falopio que fueron bloqueadas/atadas. Es una cirugía ambulatoria realizada bajo anestesia general a través de una incisión de "Bikini" pequeña (2-3 pulgadas). La mayoría de los pacientes pueden volver al trabajo una semana después de la cirugía.
Idealmente, quisiéramos ver el informe de la operación de la ligadura de trompas. Si ese informe no está disponible, la paciente puede necesitar someterse a un hysterosalpingograma preoperatorio (HSG) para estimar la cantidad de tubo antes de la obstrucción quirúrgica. Si el informe operativo indica que los tubos fueron electrocoagulados (es decir quemados), entonces la oportunidad para la reversión tubárica exitosa puede ser disminuida. La decisión de someterse a una cirugía de reversión tubárica debe compararse con la posibilidad de éxito con FIV. Las situaciones clínicas donde la FIV es la mejor opción incluyen bajo conteo de espermatozoides o motilidad espermática deficiente, múltiples cirugías pélvicas (cesáreas, extirpación de fibromas) o antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica o endometriosis. En mujeres más jóvenes, la cirugía tubárica de la reversión les da la ocasión de concebir en todos los ciclos futuros en los cuales ovula. En mujeres de más edad con una reserva ovárica más baja, IVF les ofrece una oportunidad más alta de concebir.